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Senado inyectó 367 mdp para legislar en pandemia; gastó 16.6 millones en pruebas anticovid

La crisis sanitaria obligó a esta cámara a hacer diversas inversiones y cambios para seguir laborando de manera virtual y proteger a sus cerca de siete mil trabajadores y 128 senadores, como la adquisición cubrebocas, un sistema antihackers, artículos de sanidad y más; algunos legisladores enfermaron y otros perdieron la batalla ante el coronavirus

A dos años de la pandemia por covid 19, el Senado invirtió 367.8 millones de pesos para transformarse en un colegiado virtual, a fin de no frenar al Poder Legislativo del país, pero también para proteger a sus cerca de siete mil trabajadores y sus 128 legisladores de posibles contagios, aunque poco más de 50% de ellos enfermó, la mayoría fuera de sus instalaciones.

El Senado adquirió, hasta el momento, un millón 120 mil cubrebocas para proteger a su personal; adquirió pruebas rápidas y servicio de pruebas PCR por 16 millones 681 mil 264 pesos; compró cuatro millones 935 mil 402 pesos en gel antibacterial; canalizó 102 millones 624 mil 224 pesos en su escudo contra hackers y adquirió un sistema de votación a distancia por 27 millones 143 mil 304 pesos, entre los 59 rubros de gastos que debió incrementar o incorporar en su planeación presupuestal, como efecto de la pandemia.

Covid llega a México

Aunque la pandemia por covid-19 surgió en China a finales de 2019 y su expansión se registró días después en Europa, en México llegó oficialmente el 27 de febrero, cuando se registró el primer diagnóstico de ese padecimiento, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.

Oficialmente, el 18 de marzo se registró el primer mexicano muerto por esta enfermedad, un hombre de 41 años, ingresado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) de la Secretaría de Salud.

Dos días después, el 20 de marzo, hubo suspensión de clases presenciales y el 23 de marzo inició la Jornada de Sana Distancia, por lo cual, el 24 de marzo de 2020, por primera vez en su historia moderna, el pleno del Senado suspendió a la mitad un periodo ordinario de sesiones, por la emergencia sanitaria provocada por la pandemia covid 19, sin fijar fecha de entorno a sus actividades.

Ese mismo día, el Senado aprobó un acuerdo para dejar en un impasse los tiempos jurídicos en materia de procesos legislativos y nombramientos, a fin de que no existiera afectación para nadie y lo comunicó a los poderes Ejecutivo y Judicial, así como a los organismos autónomos correspondientes, como lo muestran los acuerdos asumidos por la Mesa Directiva y la Junta de Coordinación Política del Senado, que se pueden consultar en la página web de la institución.

Inició así una vida inédita en el Senado, pero en la cual no estuvo ajeno de las diferencias políticas, pues mientras la oposición se resistió a regresar a sesión presencial el 20 de abril, para aprobar la ley de amnistía que le interesaba al gobierno federal, Ricardo Monreal, líder de los senadores de Morena, logró conformar la mayoría para formar el quórum que le permitió aprobar esa legislación y después se registró una pugna por la intención de Morena de convocar a una sesión extraordinaria en mayo para ajustar la ley en materia hacendaria, pero la oposición no lo permitió.

Sesión virtual

El 3 de mayo, la entonces presidenta del Senado, la morenista Mónica Fernández Balboa, quien fue la presidenta de la Comisión Permanente, anunció el acuerdo por el cual los legisladores federales iban a sesionar, por primera vez en su historia, de manera virtual.

Pero como el entramado constitucional y legal era imposible de modificar sin una sesión presencial, fue necesario un acuerdo en el cual se estableció que las sesiones sólo iban a ser para escuchar iniciativas, propuestas con puntos de acuerdo y desarrollar debates de agenda nacional, sin concluir en definiciones concretas; es decir, las sesiones virtuales no serán para desarrollar el trabajo legislativo, sino para avanzar en el trabajo parlamentario, que consiste en hablar, argumentar y exponer.

El 5 de mayo se suspendió la sesión de la Comisión Permanente, por lo que por primera vez en 107 años, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión no sesionó, porque la Mesa Directiva decidió no dejar precedente de una reunión virtual, por la carencia de sustento jurídico firme para hacerlo y acordó postergar la sesión hasta que termine el momento crítico de contagio en México de covid-19.

Aunque todo estaba listo para que por primera vez en la historia el Poder Legislativo sesionará en pleno de manera virtual, auxiliado por los adelantos tecnológicos, sin tocar temas que requieran votación; es decir, que sólo se destinara a leer iniciativas y propuestas con punto de acuerdo, los expertos parlamentarios alertaron del endeble sustento jurídico del acuerdo que permite esas sesiones virtuales.

De acuerdo con la información obtenida por Excélsior, los expertos hicieron saber a los senadores y diputados federales que sesionar de manera virtual para tocar sólo lectura de propuestas puede sentar precedente jurídico y generar que se exija que nombramientos y convocatorias a sesiones extraordinarias también puedan hacerse por esa vía, a pesar de carecer del sustento jurídico, pues el Poder Legislativo está diseñado para la presencia de sus integrantes.

Así, luego de que en 1913 Victoriano Huerta ordenara el cierre de la Cámara de Diputados y el Senado cerrara en protesta, lo que provocó el asesinato del senador Belisario Domínguez, lo que dejó al país sin Poder Legislativo, en la primera semana de mayo de 2020 México no tuvo sesión del pleno de su Congreso de la Unión.

Poco a poco, el Senado avanzó en su adecuación como una Cámara legislativa virtual, aunque cada vez que daba un paso concreto hacia esa dirección se registraba el aumento de casos de contagios por covid-19.

Ya en el periodo ordinario de sesiones, a partir de septiembre de 2020, el Senado logró acuerdos que le permitieron ajustar sus reglas internas para sesionar a distancia y cuando en octubre de 2020 se citó para aprobar la desaparición de fideicomisos uno de sus integrantes, el senador por Tlaxcala, Joel Molina, estaba contagiado de covid-19 y cuatro días después murió.

El segundo fallecimiento de un senador por covid-19 fue el 21 de febrero de 2021, y se trató de Radamés Salazar.

Con el padecimiento fuerte, como le ocurrió a la morenista Nestora Salgado y al emecista Dante Delgado, con una carga viral mínima, como le pasó recientemente a la panista Xóchitl Gálvez, al menos 50% de los 128 senadores se han contagiado de covid-19, pero a diferencia de lo que ocurrió en 2020, cuando ellos hacían público su padecimiento, en los últimos meses no todos han hecho público su contagio; el caso más reciente fue la panista Lilly Téllez.

Y a pesar que durante 17 meses, de marzo del 2020 a agosto del 2021, el Senado y la Comisión Permanente cuando su sede fue el Senado, realizaron sus sesiones de pleno y comisiones de manera virtual, cientos de trabajadores, todos por honorarios y de confianza, sí acudieron siempre a trabajar, a fin de poner en marcha los sistemas que permitieron no frenar las actividades legislativas, así como mantener informado a todo el público.

Contagios frecuentes

Por eso, el contagio entre trabajadores fue frecuente desde el primer momento; cuatro perdieron la vida. Igual que lo ocurrido entre los legisladores, entre los trabajadores se han registrado poco más de 50% de ellos con contagio; los casos más recientes se registraron la semana pasada.

Los empleados de base que se han contagiado, si bien acuden al Senado a hacerse la prueba, porque es gratis para ellos, no adquirieron la enfermedad en sus instalaciones, pues ellos no se presentaron a trabajar durante toda la contingencia sanitaria.

Las erogaciones

A dos años de pandemia, el Senado invirtió 367 millones 876 mil 716 pesos, de acuerdo con los contratos de bienes y servicios que se pueden consultar en su página web, a fin de cambiar su forma de trabajar, sino modificar sus instalaciones, como colocar más ventanas en sus edificios, ante la recomendación internacional de mantener ventilados todos los espacios cerrados.

También compró bolsas Purifog y lámparas de luz ultravioleta para mantener limpio el ambiente en el Salón de Plenos; modernizar sus instalaciones para el funcionamiento de internet, con más fibra óptica y coma de software; adquirió mamparas de acrílico para colocarlas en el pleno.

El impacto

El coronavirus también golpeó al Senado.

50 por ciento de los legisladores enfermó de covid (la mayoría fuera de las instalaciones)
7 mil trabajadores, aproximadamente, tiene el Senado de la República.
367.8 millones de pesos invirtió el Senado para transformarse en un colegiado virtual.
El gasto

El Senado de la República ha adquirido y erogado hasta el momento:

1 millón 120 mil cubrebocas para proteger a su personal.
16 millones 681 mil 264 pesos en pruebas rápidas y servicio de pruebas PCR.
4 millones 935 mil 402 pesos en gel antibacterial.
102 millones 624 mil 224 pesos en su escudo contra hackers.
27 millones 143 mil 304 pesos en un sistema de votación a distancia
Lucharon contra el virus

Fueron varios senadores quienes se contagiaron del virus y, lamentablemente, unos perdieron la batalla.

Joel Molina, senador por Tlaxcala, enfermó y falleció de covid 4 días después, el 24 octubre de 2020.
Radamés Salazar, senador por Morelos, murió de coronavirus el 21 de febrero de 2021.
Los datos

Algunos contagiados
Entre algunos de los senadores que enfermaron por covid están:

Nestora Salgado.
Josefina Vázquez Mota.
Dante Delgado.
Napoleón Gómez Urrutia.
José Luis Pech.
Damián Zepeda.
Eruviel Ávila.
Trabajo remoto

El 3 de mayo, la entonces presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa, anunció el acuerdo que señalaba que los legisladores federales iban a sesionar, por primera vez en su historia, de manera virtual.