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Pemex contamina impunemente el río Tula

TULA DE ALLENDE, Hgo.- La descarga de combustible que la refinería Miguel Hidalgo, realizó el 19 de abril hacia el río Tula, puso a la vista una añeja problemática que afecta al afluente y la presa Endhó, pero también a los habitantes que tienen que soportar casi todas las noches el olor a hidrocarburo, sin que ninguna autoridad ponga alto. Ecologistas y el gobierno municipal acusan indolencia y hasta obstrucción de Petróleos Mexicanos.

Al respecto Yuri Uribe, de la organización campesina y ecologista Movimiento Social por la Tierra (MST), quien ha llevado la lucha por la remediación de la zona Tula- Tepeji hasta las más altas instancias del país y los organismos internacionales señaló que ninguna autoridad ha querido hacer un muestreo del agua que emite la refinería de Tula a través de su emisor central y Pemex además, lo ha impedido.

Explicó que han recurrido a todas las instancias durante varios gobiernos y más recientemente en 2018 buscaron otra vez conocer la calidad del agua de esa descarga de Pemex, pero la PROFEPA les dijo que ya no tenía facultades para tomar muestras ahí y los remitieron a la Agencia de Seguridad Energía y Ambiente (ASEA).

En la ASEA, les indicaron que aún no tenían una normatividad específica y se remiten a lo que Conagua les había dejado como norma, por lo que solicitaron que el laboratorio Nacional de Referencia hiciera una toma de muestra.

“A esa descarga de Pemex que sabemos por experiencia, comentarios y testimonios de los vecinos huele muy feo, huele a hidrocarburos, huele a químicos, incluso ha habido momentos en los que se ha prendido” detalló.

Dijo que coincidió que a principios de octubre, le solicitaron a Andrés Manuel López Obrador, que estaba por tomar posesión como presidente, que esta región fuera declarada en Emergencia Ambiental “y que se atendiera la grave situación de contaminación, en la que Pemex tiene una gran responsabilidad” y este encargó a Josefa González Blanco, quien sería la titular de Semarnat, atendiera la problemática.

Josefa Gonzáles, recordó Yuri Uribe, hizo una visita al emisor el 7 de octubre, “y derivado de esta se programó dos semanas después la toma de muestras. Pero ese día nos topamos con un acto de represión. Llegó el ejército, personal de seguridad Física de Pemex y el jurídico, impidieron por la fuerza que entrarán a tomar la muestra”.

Aseguró que no se ha podido conseguir aún que ninguna autoridad haga un estudio de la calidad de agua necesario para plantear el programa de remediación, sobre todo por los movimientos de titulares de la Semarnat y porque se atravesó la pandemia.

Respecto al derrame y las acciones del gobierno municipal, el presidente Manuel Hernández Badillo dijo que cuando se detectó el derrame, hace poco más de una semana de residuos de combustible, dieron aviso a Protección Civil del gobierno del estado y Seguridad Pública Estatal.

Y se enviaron oficios solicitando información al respecto, añadió, al director general de Pemex, al gerente de planta de la refinería de Tula, a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la Secretaría de Energía, Rocío Nalhe.

Aseguró que no han recibido aún respuesta alguna, que públicamente han hecho un pronunciamiento de reclamo a Petróleos Mexicanos, primero porque les preocupaba que se pusiera en riesgo a la población, porque al ser combustible pudo haber generado una explosión o incendio dañando a la población y por el severo daño que se causa al río Tula, que de por sí, está sumamente contaminado.

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